viernes, 26 de septiembre de 2008
Atasco
No encuentro la salida de mi interior. Soy prisionero de mi cuerpo. Quisiera expandirme hasta el infinito, como los gases. Ser una molécula sin rumbo fijo y vida eterna; verlo todo, experimentarlo todo y olvidarlo todo para volver a disfrutarlo, cada segundo único e irrepetible. Quisiera ser como la espuma del mar, que rompe para unirse con el todo y volver a surgir, como si no hubiera existido nunca antes. Ser una gota de agua que pertenece al océano universal y no cansarme de serlo. Quisiera esconderme dentro de ti para ser otra persona y yo mismo a la vez, uno y dos. Ser dos seres en uno y crecer hasta unificar al resto de personas en una: la humanidad.
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